21 de abril de 2021
En estos días nos han introducido en un debate sin sentido, poniendo por delante la libertad individual por sobre la vida de los demás, en cuanto a las medidas de cuidado ante la trágica pandemia de COVID 19, nos han hablado de Infectadura y absurdamente los sectores sociales, económicos y mediáticos que acompañaron la Dictadura Militar que barrió con las libertades individuales hasta el punto de matar, previa tortura, a quienes pensaran distinto, se nos quieren aparecer como los defensores de la libertad, entiendo que nos hacen ingresar en un debate absurdo y para eso voy a explicar esa postura utilizando otro ejemplo diferente al COVID 19, pero que finalmente podremos entender que se trata de lo mismo.
¿Qué sucedería si un ciudadano pretendiera defender su libertad de circular en automóvil por las calles a una velocidad de 150 km/h? ¿defenderíamos su libertad? Este ciudadano nos podría argumentar que es su libertad y que nosotros no podemos quitarle su libertad de circular a esa velocidad porque es él quién pone en peligro su vida. ¿qué le diríamos? Que no solo pone en riesgo su vida, porque si choca también se llevará otras vidas.
Muy simple el ejemplo que utilicé y los y las lectores me dirán que propuse un debate absurdo, que ni siquiera merece debate, ante lo cual les digo con seguridad que tienen razón.
Pues bien, ahora cambiemos el ejemplo y volvamos al COVID 19, comprobaremos que estamos hablando de un razonamiento casi idéntico, es por ello que la sociedad puede intervenir, a través del Estado y limitar mi libertad por esta situación, porque si me contagio no sólo pongo en riesgo mi vida, sino que pongo en riesgo la vida de las demás personas que me rodean.
El mismo Estado que impide la circulación a altas velocidades, que restringe nuestras libertades en ese sentido, hoy tiene la autoridad, y desde la comunidad le exigimos que ejerza esa autoridad y restrinja la circulación en pandemia, porque aquí estamos ante un caso en que por encima de las libertades individuales está la seguridad comunitaria.
Me resulta hasta molesto tener que hacer este texto, ante un debate sin sentido, pero lamentablemente el poder mediático, el poder económico, el poder concentrado en algunos sectores, hacen que un pensamiento insostenible intelectualmente hoy sea un debate que se da al interior de nuestra sociedad.
Querido Víctor. Es tan sencillo y claro tu razonamiento que no se me ocurriría hablar de ello porque lo expresaste con una precisión imposible de confundir. Prefiero entonces decirte que me pregunté porque frente a razonamientos tan sólidos no fueran posibles de llegada a nuestros conciudadanos. En rigor de verdad existe una conducta tan individualista como para considerar los aspectos de la sordera. En primer lugar pero de pleno el nuevo liberalismo que con su pretendido aislamiento del comportamiento humano no solo lo logro sino comprometio los órganos de poder real, justicia por un lado atento a que funcionan como dioses en esta vida, y la comunicación que de esos individuos aislados logró crear un nuevo ejercito que no requiere de armamentos porque una vez solitarios hipnotizan al conjunto para lograr masa crítica que se oponga a toda razonabilidad por nosotros conocida y en la que la solidaridad forma parte del eje rector. Dicho esto la inmoralidad impone sus razones que tiene que ver con los proyectos de operaciones que mantienen a la humanidad cuasi ganado. Muchos sectores en este tránsito sostienen la cultura por nosotros conocida. Pero en el ejercicio de la lucha (casi como la que vos apelas) se va viendo degradada por impotencia. Luego deviene la propia inmoralidad de quienes en razonamiento individual y por agotamiento deciden seguir el derrotero reconocido en pos de mantener el pequeño espacio de poder que les resta concediendo de modo tal que el objetivo inicialmente impuesto se desvanece mientras sus propias necesidades estén satisfechas. Definitivamente sobreviene el fin de la lucha por agotamiento frente al superpoder. Triunfaron los programadores, logró soltar lo peor de cada uno de nosotros y ahora se convirtio en el dueño indiscutible de la totalidad del “ganado”. Un jaque mate para el mundo que conocimos. Nuestros discursos resultan impenetrables en la masa que irracionalmente nos aplasta. El nuevo paradigma será que hacer frente a esta cruda realidad. Podremos dar nacimientos a un nuevo hombre? Seremos atrapados en esa masa de zombies? O será el fin biológico de quienes fuéramos aquellos y sin cabida en este nuevo orden?. No tengo respuesta. Eso implica perder la felicidad. Y como se me ocurrió siempre la infelicidad es matemáticamente la inversa del tiempo que hay entre la muerte civil y la biológica porque el lapso entre una y otra es la desesperanza. A sabiendas que la esperanza es el único motor de la vida, tal vez estemos obligados a organizarnos en lucha pacífica, de preservacion de los valores, en grupos del mismo sentir que permita la sobrevivencia desde agrupaciones celulares hasta que la vida biológica se acabe. Y vuelvo a lo sanitario. Las nuevas medidas son insuficientes y un maquillaje negociado desvela política, pero no sanitaria. Si no existe un orden fiscalizado que de punibilidad a incumplimientos básicos será tiempo perdido, y tal vez lo más perverso y por eso yo enfatice la escolaridad. Allí existe obligatoriedad de convocatoria, no es de inconsciencia de algunos. Es una inconsciente decisión de incumplimiento de aislamientos porque no es,verdad que se haya vacunado a la población de riesgo. Fue una azarosa mezcla de conquistas de la primera fila. Y así no solo habrá un desastre sino que servirá para un mayor dominio de los grupos que eso pretenden, el fracaso. La,escolaridad presencial es la GARANTIA,de owroetuidas de la pandemia por muchas razones que países iluminados como Francia, Israel, Alemania, incluso nuestros vecinos uruguayos lo tienen claro. Pero parecen no tenerlo claro hasta nuestros propios dirigentes de la educación. Crei posible un ejercicio de mayor juego del gobierno central, aunque con ello fuese su vida. Saludos y perdón la lata
Luis Nicolas Spinelli Te fuiste mucho más allá de la superficialidad y ahí están las verdaderas explicaciones de lo que nos pasa, parece ciencia ficción, pero no lo es, si no nos metemos en ese lugar que vos te metiste no tendremos posibilidad de entender nada de lo que nos pasa, zombies, demasiados, viven en otra dimensión, Netflix, Clarín, pero no están entre nosotros.
Así es Victor, tan sencillo de explicar y tan difícil de ser incorporado por mentes cooptadas por una seudo cultura que solo pretende hacer de nuestro país un gran feetlod mental ( engorde de mentes), usurpar todo lo que puedan con el aval y el consentimiento de esa manada mentalmente inepta para hacer cualquier razonamiento crítico. En relación a la pandemia no solo debería haber medidas más fuertes relacionadas con la circulación ciudadana, en mi opinión, debería ser obligatoria la vacunación. En nuestra ultra liberal Constitución hay un precepto que indica que el derecho de los demás termina cuando comienzan mis derechos ( o puede ser a la inversa). Yo tengo derecho a vivir, mi familia tiene derecho a vivir, mis amigos tienen derecho a vivir, mis compañeros, mis vecinos. Nadie puede argumentar seriamente el porque no quiere vacunarse El/la infectada que circula impune es quien maneja el auto a gran velocidad de tu ejemplo. Abrazo y no dejaremos la lucha en el campo de batalla.
En una sociedad todos estamos de un modo u otro relacionados con todos. Las sociedades exitosas son las que entienden ésto.