07/03/2020
El 28 de febrero se realizaron en
varios puntos de la provincia las jornadas de educación, a mi me tocó concurrir
a la que se realizó en Gualeguaychú.
En las mismas tuvimos palabras de las autoridades del CGE, entre ellos el
Presidente de dicho organismo, el profesor Martín Müller y luego se realizaron
varias ponencias de importantes teóricos de educación, entre los que participó
Pablo Gentili entre otros.
Las ponencias de los teóricos invitados fueron excelentes, se trataron temas
fundamentales para el sistema educativo tales como inclusión, igualdad de
oportunidades, pobreza y acceso a la educación, el rol político de la
educación, el papel de los docentes en la construcción de un modelo de
sociedad, la protección del medio ambiente y en general aspectos teóricos y
concretos que nos marcan el camino, que aunque no los logremos, nos dicen hacia
donde caminar, nos iluminan.
Lo que resulta contradictorio es que estos ponentes fueron invitados por un CGE
que en muchos aspectos hace todo lo contrario a lo que pregonan los teóricos y
pasaré a evaluar algunos aspectos en particular.
Uno de los ejes fundamentales fue el de la inclusión y en este aspecto tenemos
mucho para decir, porque en nuestro medio existen escuelas inclusivas y otras
que no lo son, existen docentes inclusivos y otros que no lo son, pero lo que
está claro es que desde el CGE existen muchas falencias respecto a construir
las herramientas para la inclusión, lo que hace que las escuelas que levantamos
la bandera de la inclusión veamos en el CGE como un impedimento y no como una
ayuda.
En la Escuela recibimos a niños, jóvenes y adultos que ingresan con muchas
problemáticas y para poder afrontarlas y lograr una verdadera inclusión,
necesitaríamos una estructura de cargos pensada para ir en ese camino, me refiero
a la necesidad de contar con gabinetes especializados en tratar esos temas,
trabajadores sociales, sicólogos, psicopedagogos y también la cantidad de
preceptores necesarios por escuela para atender a los chicos, detectar sus
problemas y darles contención para lograr la permanencia y el egreso de todos y
todas. Los gabinetes de los que hablo existen, se llaman SAIE y EOE, pero son
marcadamente insuficientes para atender los problemas que se generan en todas
las escuelas, es como una existencia para cumplir en lo formal que sirve de
poco en lo concreto, existen muchas escuelas secundarias que no cuentan con la
cantidad suficiente de preceptores, que son los docentes de “cercanía” con los
chicos, no puede un preceptor cumplir con su mandato si tiene que cubrir el
espacio de cuatro o cinco cursos, no pueden cumplir el rol para el que están
destinados, también en muchas escuelas faltan cargos directivos, completar los
equipos para trabajar en conjunto, en muchas escuelas, la insuficiencia de
cargos directivos y la complejidad de las tareas administrativas, hacen que
desde la dirección no se logre el acercamiento a las problemáticas de los y las
estudiantes y cuando se logra es gracias a un esfuerzo extremo de los mismos,
pero contra los impedimentos que se generan desde el CGE, otro hecho que atenta
contra la inclusión, en este caso tratando de afectados específicos, es el
incumplimiento del CGE respecto al artículo 43 de la ley 9890 que establece que
en las escuelas secundarias de jóvenes y adultos se deben crear jardines para
las y los jóvenes padres que no tienen un lugar en el mundo para dejar a sus
hijitos, también las madres y padres en esta situación pueden estudiar, pueden
ser incluidos, gracias al esfuerzo de las comunidades educativas y contra el impedimento
que genera el incumplimiento del CGE.
Vuelvo al principio del texto, el CGE nos trajo teóricos a decirnos que tenemos
que ser inclusivos, pero a los que somos inclusivos nos pone todas las trabas
posibles.
En este punto, de largo trajinar en el sistema educativo, la falta de cargos,
siempre tenemos la misma respuesta, “no hay cargos”, “no hay nueva ley de
cargos”, hace siete años que no se renueva la ley de cargos y esa es
responsabilidad del gobierno, el gobierno de la educación debe generar las condiciones
económicas para que las escuelas cuenten con los cargos necesarios, necesitamos
un gobierno que redistribuya la riqueza y haga posible la inclusión, no nos
sirve un gobierno que administre la pobreza y ante cada necesidad nos diga que
no hay presupuesto, si tienen la vocación de gobernar tienen que encontrar las
formas de generar los recursos, los docentes hacemos todo lo que podemos por la
inclusión, pero si el gobierno no hace lo necesario, todo su discurso se
transforma en una falacia.
Otro de los temas abordados en forma brillante por los teóricos fue la escuela
como generadora de igualdad de oportunidades y muchas escuelas y muchos
docentes tenemos encarnado este principio, ahora bien, la estructura del
sistema educativo entrerrianos es cada vez más contraria a este principio, cada
vez son más las escuelas privadas que se abren con el apoyo del gobierno
provincial, cada vez es más el presupuesto que se saca de la escuela pública y
se destina a la escuela privada, un modelo de escuela que excluye a parte de la
sociedad de sus aulas, que selecciona a los docentes por criterios que nada
tienen que ver con lo pedagógico, que hasta incluso contrata docentes sin
recibirse para luego imponerles condiciones laborales abusivas, una escuela que
requiere del pago de una cuota, algunas no tan altas y otras altísimas, pero
todas igualmente con sueldos solventados desde el CGE, escuelas que echan de
sus aulas a los chicos que repiten, violando todas las normas y toda la teoría
pedagógica, el estudiante que repite requiere de nuestra mayor atención, bueno,
muchas de estas escuelas los echan y el CGE no interviene en esta tremenda
barbaridad educativa que se opone a todo el discurso que nos ofrecieron los
teóricos.
Cuando decimos que el CGE y el gobierno entrerriano apuestan a la escuela
privada es porque cuando en una ciudad se generan nuevos conglomerados
poblacionales, no aparece el CGE abriendo una escuela, aparece un privado que
la abre y el CGE subsidiando para el pago de sueldos, muchos chicos entrerrianos
no tienen escuelas públicas en su barrio y se ven obligados a pagar una cuota
de escuela privada para no tener que viajar a grandes distancias, el CGE es
cómplice de esta situación.
En el discurso se nos dijo que la escuela tiene un rol fundamental como interventora
en el flagelo de la pobreza del 60% de nuestros pibes y a los que asumimos eso
como parte de nuestras vidas nos hizo emocionar y hasta derramar alguna que
otra lágrima, pero lo que vemos de parte del CGE es que la política del CGE es
todo lo contrario a ese discurso, la escuela entrerriana no iguala en
oportunidades a los pibes pobres sino que profundiza las diferencias, hay una
marcada estructura que sostiene y amplía las diferencias, tenemos escuelas
privadas inaccesibles para los pibes pobres, que tienen edificios en perfectas
condiciones, materias anexas para ampliar el campo de aprendizajes y cargos
para realizar tareas diferenciadoras, tenemos escuelas públicas ubicadas en
zonas céntricas o en barrios de clase media que pueden lograr recursos con sus
cooperadores y ofrecer edificios en condiciones aceptables y tenemos escuelas
públicas en barrios pobres con edificios destruidos que no logran ni siquiera
garantizar las condiciones de limpieza y sanidad necesarias para los chicos,
bueno, la estructura del CGE determina que los pibes pobres van a las escuelas
en peores condiciones, si hay diferencias socio económicas, la escuela que
sostiene el CGE profundiza esas diferencias.
Un hecho particular en este aspecto que marca la doble moral del CGE es que
recientemente emitió una circular en la que llama la atención a las escuelas
diciendo que el pago de cooperadora no es obligatoria, que bajo ningún concepto
se debe establecer como una cuota de inscripción y sobre esto voy a aclarar
algunos hechos que se ocultan tras este discurso: Es sabido en las escuelas que
el pago de cooperadora es voluntario, las escuelas tratan de juntar recursos
para tapar los agujeros que deja la falta de presupuesto del CGE para miles de
gastos necesarios para que la escuela funcione, algunos chicos lo pagan y otros
no, de acuerdo a sus posibilidades, pero es claramente voluntario, pero ese
mismo CGE no distribuye partidas presupuestarias para que las escuelas puedan
acceder a productos de limpieza, papelería, arreglos de edificios, pago de
internet o teléfono, carga de matafuegos, etc. y pone a las escuelas en el
triste papel de salir a mendigar un pago de cooperadora que en estos tiempos es
de alrededor de $ 300 anuales, pero por otro lado y aquí es donde más se marca
el doble discurso, apuesta a escuelas privadas que cobran cuotas de $ 1.000, $
2.000 o hasta $ 8.000 por mes en forma obligatoria, a esas escuelas el CGE le
destina cargos que se pagan desde el presupuesto provincial, es decir, el
Estado entrerriano sostiene los gastos en sueldos de escuelas privadas a las
cuales no pueden acceder la mayoría de los pibes entrerrianos.
También se nos habló del rol político de la educación, con ponencias brillantes
de los expositores, con las cuales coincidimos en los principios, pero
nuevamente el CGE que contrató a estos pedagogos que nos brindaron excelentes
conceptos, en los hechos hace todo lo contrario, si analizamos la ideología
política del gobierno a partir del sistema educativo que desarrolla, vemos que
a través de la escuela pretende profundizar una sociedad injusta, que le ofrece
la escuela más opulenta a los estudiantes que vienen de familias más pudientes
y las escuelas más pobres a los chicos que provienen de familias pobres, un
sistema educativo que mantiene a sus docentes muy por debajo de la línea de la
pobreza, que no abre escuelas públicas en los nuevos asentamientos
poblacionales sino que promueve el negocio de las privadas.
Otro discurso que emocionó fue el de la importancia del papel que juegan los
docentes en la construcción de un modelo de sociedad, nos hablaron hasta
hacernos emocionar de la importancia de nuestro trabajo como dinamizador del
desarrollo de una sociedad con valores cada vez más humanos, en este aspecto el
doble discurso es tremendo, porque en esos días y posteriores el gobierno
entrerriano debía presentar una oferta de recuperación salarial a los docentes
y el gobernador no hizo propuesta, se pasó para una reunión presupuestaria y se
volvió a negar una propuesta, a esos docentes que nos encontramos por debajo de
la línea de la pobreza y rozando la línea de la indigencia y se nos niega una
recuperación del salario, el CGE nos contrató teóricos para decirnos que somos
fundamentales en su política educativa. En esos días el Presidente del CGE Martín
Müller, que participó del encuentro con palabras muy lindas pero alejadas de la
realidad, manifestó que lamentaba el paro docente, pero no manifestó que el
gobernador no presentara una propuesta de recuperación de los ingresos de
docentes empobrecidos.
Un eje educativo que se nos remarcó, que se fundamentó su tratamiento en el
aula fue el de construir con los estudiantes una conciencia de la importancia
de cuidar el medio ambiente, gigantesco doble discurso, el gobierno que accionó
ante la justicia para que los sojeros envenenadores puedan fumigar con
glifosato venenoso a muy pocos metros de nuestras escuelas rurales, nos pide a
los docentes que enseñemos sobre el cuidado del medio ambiente. Los hechos en
este tema es que los docentes trabajamos y mucho con este tema, porque nos
preocupa, porque nos interesa, los docentes construimos la campaña “paren de
fumigar las escuelas”, con la participación de AGMER y de miles de docentes en
toda la provincia. Cuesta comprender racionalmente que el gobernador que manda
a fumigar de cerca a nuestros alumnos y alumnas, maestras y maestros, nos
aconseje que enseñemos sobre cuidado del medio ambiente. Nos propone que
mientras afuera están fumigando, adentro del aula estemos tosiendo, vomitando,
desmayándonos y diciéndoles a los chicos que el gobierno entrerriano nos enseña
que hay que cuidar el medio ambiente.
Como conclusión sobre este encuentro necesitamos decirle al gobierno
entrerriano, a los funcionarios del CGE, que la mayoría de los docentes
incluimos en nuestras escuelas, luchamos por construir una sociedad más justa,
distribuimos el conocimiento sin distinción entre nuestros chicos, enseñamos
sobre cuidado del medio ambiente y que a todo esto lo hacemos con un profundo
esfuerzo, teniendo en el CGE y el gobierno entrerriano como un impedimento y no
como una ayuda que nos facilite el camino, que no necesitamos que contrate
teóricos sino que lo que necesitamos es que trabaje en el mismo sentido que los
discursos y recordamos que en las escuelas estamos y siempre estaremos los
docentes, que hemos sufrido el maltrato de muchos funcionarios que nada
aportaron a nuestra escuela entrerriana, que pasaron por un cargo y se fueron,
se olvidaron de nuestra escuela y los docentes siempre estamos, nos va la vida
en la escuela, para muchos de esos funcionarios el sistema educativo solo es un
escalón para saltar en sus carreras políticas, pero nunca llegan a sentir lo
que siente una docente o un docente, que no bancamos la mentira y el doble
discurso.
–
Víctor Hutt, Rector titular de Nivel Secundario, con veintiséis años en la
docencia