28/05/2018
¿Qué es el sentido común?
El sentido común es la creencia que predomina en
una sociedad, son las verdades que no se discuten porque resultan lógicas,
obvias, válidas, indiscutibles. Delinean las formas razonables de juzgar los
hechos, los sucesos y el desarrollo.
Como todo lo que venga desde los sentidos, lo
que se siente, no está sometido al filtro de la razón, se siente y listo.
Se basa en las experiencias personales y en los
conocimientos que van apareciendo en una sociedad, no se construyen
racionalmente sino que se va construyendo como producto de la internalización
de sentires intuitivos, no elaborados, no cuestionados, que surgen de la simple
observación de la realidad y del contacto con la sociedad, lo que se dice en la
sociedad y se acepta sin más, se va incorporando al sentido común.
Hasta aquí una crédula definición del sentido
común, esa definición sería la adecuada si no existiera en nuestra sociedad una
clara intencionalidad de sectores sobre la construcción del sentido común, que
actúan sistemáticamente ante sujetos que incorporan sentires sin
cuestionamiento desde su racionalidad.
Esas organizaciones creadas para actuar sobre la
construcción del sentido común actúan desde varios lugares, algunos en forma
explícita y con la aprobación de la sociedad y otros en forma oculta y
hegemónica. Son entidades dedicadas a la formación del sentido común las
iglesias, la escuela, los intelectuales, la familia y los medios de comunicación,
los partidos políticos, entre otros.
Las iglesias establecen dogmas sobre la sociedad
que son acordados por sus creyentes, que son parciales pero esa parcialidad no
es dañina si cada sujeto tiene la libertad de adherir o no de acuerdo a su
conciencia, pero si esos dogmas son impuestos estarán influyendo sobre el
sentido común en forma coercitiva.
La escuela es un espacio amplio, que no impone
un dogma, que muestra las distintas vertientes del pensamiento, de la razón, de
la moral. Si la escuela se parcializa estará defraudando en su rol social, pero
esto es muy difícil que ocurra de una forma general dado que su discurso está
hecho desde el discurso de miles de docentes, aquí se pueden ver sentires
diversos en varios aspectos y unificados en otros, termina siendo un reflejo
del sentido común dominante en los docentes que la componen. Los problemas de
parcialidad aparecen cuando otros actores influyen sobre la escuela, las
editoriales productoras de bibliografías, los poderes gobernantes desde la
definición de los diseños curriculares que determinan que es lo que se debe
aprender y qué no se debe tratar en la escuela y si los docentes son cooptados
por un pensamiento que impone un determinado sentido común que luego ellos
reproducirán en forma hegemónica.
Los intelectuales difunden sus pensamientos
claramente parciales a la sociedad, pero esta parcialidad se transforma en
amplitud en tanto y en cuanto la diversidad de intelectuales difundiendo sus
subjetividades producen un amplio arco de sentires y lógicas de pensamiento,
que dan la libertad a la sociedad de tomar lo que se quiera. Aquí se puede
manipular el sentido común cuando desde los sectores de poder se influye en la
difusión de textos o pensamientos de algunos intelectuales en detrimento de
otros, cuando se cercena la libertad de tener el alcance de todas las miradas
existentes en una sociedad. Estos cercenamientos se ven claramente en momentos
de dictaduras, en las cuales se prohíben, se persiguen, se mata o se hace
desaparecer a los intelectuales que ofrecen miradas distintas a los que
detentan el poder, este cercenamiento llega a escritores, artistas, músicos,
etc. Borrando de esa forma la oferta de saberes y sentires que contribuirían a
la libre formación del sentido común de cada sujeto para de esa forma
contribuir al sentido común de la sociedad.
La familia constituyó desde tiempos remotos la
célula básica y de principal impacto en la formación del sentido común de cada
sujeto, pero socialmente se ve influida por las demás formas de formación de
valores, de verdades, de sentires. En los tiempos actuales ha perdido en parte
ese rol de célula básica de formación de los sujetos, debido a todo lo que
atenta contra su reunión, contra el gran tiempo de contacto entre sus miembros,
con la derrota de su poder ante otros medios que llegan con más fuerza.
Los medios de comunicación en tanto y en cuanto
son la vía mediante la cual desde todos los sectores de una sociedad se
informa, se comunica, se razona, se expresan sentimientos y valores, se
justifican intereses hacia toda la sociedad. Tienen las mismas funciones que la
familia, que la escuela, que la iglesia, pero su poder es amplificado, aquí un
padre de familia, por ejemplo, no habla solo a sus hijos, sino que se dirige a
miles o millones de sujetos para difundir sus valores, sentires, razonamientos.
Se podría llegar a decir que los medios de comunicación convierten a una
sociedad en una gran familia que se comunica, que dialoga durante el almuerzo,
es como una gran mesa familiar. Los medios de comunicación en la actualidad se
constituyen en el más poderoso medio para influir en la formación del sentido
común, para insistir en valores, en verdades aceptadas, en principios de la
vida en sociedad. Los problemas de los medios de comunicación, ante la magnitud
de su influencia, se transforman en problemas que afectan a la sociedad.
Si los medios de comunicación, como decía más
arriba, no son el espacio donde se expresan todos los sectores sociales, sino
que solo reflejan el pensamiento y sentir de un sector social, el sentido común
se conducirá a reflejar los intereses de ese sector social que domina los
medios de comunicación. En la Argentina y en varios otros lugares, los medios
de comunicación están en poder de poderosos sectores económicos, estos difunden
sus intereses y no está mal en si mismo que cada sector difunda sus intereses,
sino que el problema es que solo un sector lo hace y el resto no tiene medios
para difundirlos. Decía más arriba que los intelectuales difunden sus ideas
subjetivas, pero no hay problema si hay diversidad de intelectuales, que las
iglesia sostiene sus dogmas, pero no resulta perjudicial si hay diversidad de
pensamientos, que cada jefe familiar transmite sus valores, pero hay miles de
jefes de familia, que los docentes transmiten sus saberes y sentires, pero hay
miles de sentires y los medios difunden ideas con mayor poder que todos los
demás, pero si estos difunden ideas que responden a los intereses de un solo
sector, esto irá moldeando el sentido común e incluso irá moldeando el sentir y
el pensamiento de los jefes de familia, de los docentes, de los sacerdotes.
En la Argentina se observan componentes del
sentido común que son muestra de este poder hegemónicos de un sector social
sobre los medios de comunicación:
Es parte del sentido común que un beneficiario
de un plan social se está quedando con una riqueza que no le corresponde por no
trabajar, pero aceptan sin ningún cuestionamiento que los ricos patrones o los
especuladores financieros se queden con el equivalente a miles o cientos de
miles de a esos planes sociales sin trabajar, este es un valor propio del
sector social que domina los medios.
Es parte del sentido común que el niño que tuvo
oportunidades y todos los medios para crecer y formarse logra al crecer un
ingreso tremendamente superior al niño que creció sin oportunidades de
formación y desarrollo.
Se acepta sin cuestionamientos que una familia
tenga miles de hectáreas de tierra gracias a que sus antepasados se las robaron
a los pueblos originarios con el correspondiente asesinato y se cuestiona al
que usurpa un terreno para construir la vivienda para sus hijos.
Se acepta sin cuestionamientos que un rico pueda
vacacionar meses y meses durante el año sin necesidad de trabajar y se
cuestiona a un pobre por comprarse un televisor.
Los explotadores nos imponen la idea desde la
cultura del trabajo, cuestionando a los pobres como si no trabajaran mientras
que ellos solo se dedican a explotar el trabajo de otros y el sentido común
acepta estos discursos sin mayores cuestionamientos.
Existe un sinnúmero de ejemplos para mostrar que
un 90 % de la sociedad sostiene un sentido común que solo refleja los intereses
del 10 % más rico de la sociedad, que se sostiene sin dificultades,
precisamente gracias a ese sentido común manipulado, que se transforma en el
fundamento de la imposición de una clase social sobre la otra.
Hoy el poder se disputa en la formación del
sentido común y esta batalla se da a través de los medios de comunicación que
son los principales formadores, es por ello que se han perfeccionado las formas
de influir en el sentido común, fundamentalmente influyendo desde espacios que
teóricamente no tienen ese objetivo. Los poderosos que dominan los medios
descargan sus ideales de sociedad en programas llamados políticos, esto es un
formato conocido, pero han avanzado fuertemente a transmitir sus ideales de
sociedad en otro tipo de programas, que toman al espectador con la guardia baja
y desprevenido, es así que en programas hoy las bajadas políticas más fuertes
aparecen en programas llamados de entretenimiento, donde no se debaten ideas
sino que se impone un sentido común, sin avisar que se está imponiendo ideales,
otro medio que influye fuertemente es el de las redes sociales, en el cual
desde el poder se invierten muchos recursos y se recurre a los más perversos
métodos de influencia de los espectadores desprevenidos, esto hace que las
personas defiendan como propias ideas que no representan sus intereses y que no
percibieron el momento en que se las impusieron a través de estas formas
modernas de formación del sentido común.
Las injusticias de la sociedad se sostienen
desde, entre otros recursos, el sentido común. Es por ello que esas injusticias
se tienen que comenzar a combatir desde la negación del sentido común, desde el
cuestionamiento de lo que sentimos sin mayores razonamientos, es necesario que
pensemos por nuestros medios, desde nuestros valores e intereses de clase y de
esa forma actuemos como sociedad, impidiendo que se nos metan en nuestras
cabezas sin darnos cuenta y para eso busquemos ayuda en medios de comunicación
alternativos al poder económico dominante, lograr construir nuestra mirada
desde el conocimiento de todas las miradas.