Estamos conociendo el nombre de quién será la Presidente del Consejo General de Educación en Entre Ríos en la gestión de Frigerio y más allá del nombre, nos resultan muy preocupantes sus antecedentes. En principio tenemos que saber que no viene del sistema educativo, si bien tiene título docente, no ha pisado las aulas de una escuela pública desde hace al menos 25 años, no sabemos si alguna vez ejerció como docente en una escuela pública, viene de ser diputada nacional, de ser Vice Presidenta de la Sociedad Rural y por lo que sabemos tiene marcado desconocimiento de lo que sucede en las escuelas públicas.
Antes de realizar un análisis personal voy a expresar una cuestión que es por demás objetiva, no se puede poner a conducir uno de los organismos fundamentales para nuestra sociedad como es el Consejo General de Educación a una persona que no tiene ni la más mínima experiencia en las escuelas públicas, desconozco si posee alguna capacidad especial, pero la nulidad en su experiencia es preocupante para los docentes que sostenemos diariamente la Escuela Pública.
Seguramente Frigerio la considerará una persona de confianza, tendrá que devolver favores por su fidelidad o algunas otras cuestiones que deben ser las determinantes, pero nombrar a una persona con nula experiencia a conducir el destino de las miles de Escuelas Públicas de la provincia demuestra un desinterés muy grande por la Educación entrerriana.
Sabemos que la persona designada, Alicia Fregonese, tiene un pésimo concepto de la Escuela Pública y ante eso le quiero ir explicando un poco como funciona para que no comience tomando malas decisiones.
En principio le quiero informar que no todo funciona como querríamos en la Escuela Pública, pero que existen muchos motivos para que eso suceda, las escuelas no cuentan con presupuesto para mantenimiento, en realidad se destinan fondos mensuales pero por su insuficiencia podemos decir que no existen, si quiere mejorar las escuelas debería mejorar ese presupuesto por escuela para que permita cubrir las necesidades, $ 8.200 por mes para cubrir todos los gastos de limpieza, papelería, tinta para impresoras, iluminación, etc, un monto que no es suficiente ni en una vivienda particular tiene que cubrir las necesidades de 400 estudiantes; las escuelas no tienen cubiertos los cargos que necesitan, faltan ordenanzas, preceptores, directivos, etc; las escuelas tienen que atender todas las problemáticas sociales que llegan con sus estudiantes y no tienen organismos especializados que acompañen a los y las docentes; los edificios escolares tienen muchas falencias y ante el anuncio de Cero Obra Pública, ingresaremos en un profundo proceso de decaimiento que no podrá atenderse, tenemos que atender situaciones de violencia de la sociedad que ingresan a las escuelas y con la futura libre portación de armas que se anuncia desde el gobierno nacional electo esta problemática alcanzará ribetes inimaginables; las escuelas no tienen garantizados desde el Estado los servicios de emergencias, telefonía, Internet; en plena era de desarrollo de las herramientas tecnológicas las escuelas no cuentan con la provisión de computadoras y demás elementos y la lista de necesidades continúa.
A pesar de todas esas falencias, las escuelas funcionan, educan, incluyen, cuidan y se convierten en el mejor lugar para niños, adolescentes y adultos que aprenden, si todo esto puede desarrollarse es por el esfuerzo inmenso de los y las docentes que le ponen el cuerpo a las adversidades y las escuelas pueden abrirse, pero justamente ésos docentes reciben un salario que está muy por debajo de la línea de la pobreza, lo que genera que en este momento en la provincia falten docentes en muchas áreas, que los jóvenes no elijan la carrera docente porque no les garantiza lograr el sustento necesario para mantener a sus familias.
Realmente espero que la nueva Presidenta del Consejo General de Educación no venga con la idea de que el problema de las escuelas públicas son los y las docentes, porque ya hemos escuchado ese discurso desde ese sector político, espero que venga con la idea de dar soluciones a todas las necesidades reales de las escuelas, que venga con la idea de reconocer el trabajo docente y se ponga de nuestro lado en la defensa de la Escuela Pública y dentro de esto exija a su gobernador un presupuesto que permita lograr salarios de acuerdo a las necesidades y también exija el presupuesto para cubrir las necesidades económicas de los edificios escolares, para la cobertura de cargos faltantes, para crear equipos que colaboren con la escuela para atender las problemáticas emergentes.
Si la nueva funcionaria comparte la idea de que la Educación es un derecho y que su garantía es una obligación indelegable del Estado, podremos encontrar coincidencias, pero si considera que es una mercancía, a la que sólo pueden acceder quienes la puedan pagar o que quienes más puedan pagar podrán tener una mejor escuela, nos encontrará en la vereda de enfrente, donde siempre hemos estado, defendiendo la Escuela Pública, en el día a día de las escuelas y en todos los lugares donde sea necesario defenderla.
Vícor Hutt