Laura Stratta,
Vicegobernadora de Entre Ríos, sé que vas a leer esta publicación o te lo van a
hacer llegar tus allegados. Vengo siguiendo y observando en la prensa tus
acciones en defensa de las oportunidades de las mujeres, precisamente acabo de
leer el re lanzamiento del programa “conductoras entrerrianas”,
bienvenidas todas las acciones en el camino a la igualdad de oportunidades de
género, bienvenida la lucha contra la concepción socio histórica de la
inferioridad femenina. Las discriminaciones contra las mujeres forman parte del
sentido común, de reglas y costumbres sociales, de la misma tradición y es por
eso que todas las acciones del Estado en ese sentido son bien recibidas y
agradecidas. Las acciones del Estado en la igualación de oportunidades de las
mujeres pueden ser declaradas suficientes o insuficientes, pero siempre será
algo positivo que se camine en ese sentido, ahora bien, lo que no puede ser
aceptado y resulta contradictorio a todas estas acciones, es que sea el mismo
Estado el que siga poniendo trabas y condicionamiento a las mujeres en cuanto a
sus oportunidades, si esto sucede, todas estas acciones que mostrás, pasan a
convertirse en marketing y pierden su significatividad, dejo de aplaudir,
cierro mis manos y paso a confrontar con los puños en alto.
Vayamos al punto, ¿me seguís hasta aquí Laura?, espero que sí, te paso a
describir el problema de un Estado que cercena los derechos de las mujeres, en
un caso concreto, que incluye a miles de mujeres entrerrianas.
El artículo 43 de la Ley de Educación de Entre Ríos, Ley 9890, es un claro
artículo que defiende el derecho de las mujeres, esa Ley es del año 2.008, por
lo que tengo que decir que fue anticipatoria en el tiempo de su redacción y
aprobación, establece que “el Consejo General de Educación deberá crear
Jardines Maternales en las Escuelas Secundarias de Jóvenes y Adultos” y
debo reconocer que ese artículo 43 es una de las medidas que más respeta el
derecho de las mujeres entrerrianas, ni más ni menos que el derecho a la
Educación, que es el derecho que abre los caminos hacia nuevos derechos.
Miles de pibas de nuestra provincia y también algunos pibes, pero profundamente
mayoritarias las pibas, deben abandonar sus estudios secundarios a los 14, 15,
16 o 17 años porque se convierten tempranamente en madres, se dedican a sus
bebés, muchas veces como madres solas y cuando piensan en el futuro de ellas y
sus hijos o hijas, reconocen que necesitan completar su secundario para tener
oportunidades en el futuro, concurren a una escuela secundaria de adultos y se
inscriben, pero cuando comienzan a cursar se encuentran nuevamente con el
problema de la maternidad, que no tienen como solucionar el cuidado de sus
hijos para ellas poder estudiar y miles de ellas terminan abandonando por
segunda vez sus secundarios.
En las escuelas hacemos mucho por ayudarlas, las dejamos concurrir con sus
hijos, los cuidamos entre profes y personal, pero nada de eso corresponde, se
hace insostenible la presencia de niños en un espacio de Jóvenes y Adultos, son
medidas que hacemos en base a la desesperación que sentimos ante el segundo
abandono escolar de nuestras pibas.
En este flagelo entrerriano, sin lugar a dudas, el responsable principal es el
Estado, porque su obligación es indiscutible, tiene fuerza de Ley, lo marca sin
posibilidad de dobles interpretaciones, el artículo 43.
Si el Estado entrerriano no cumple con su obligación, establecido en la Ley de
Educación, tendré que decirte, que todas las demás acciones que veo que mostrás
por los medios, en defensa de las mujeres, terminan siendo una mentira, porque
mientras quizás incluyas algún puñado de mujeres en esas acciones, estás
afectando, por incumplimiento de las obligaciones del Estado, a otras miles de
mujeres a las que se les cercena el derecho a la Educación y esa afección de
derechos a las mujeres también se traslada a sus hijos e hijas, que sufren los
intentos de estudiar de sus madres, veo a niños “descuidados” o
“mal cuidados” circulando en las frías noches de mi escuela, veo a
bebés durmiendo en aulas repletas de adultos, veo a niños subiendo y bajando
escaleras y corriendo riesgos, veo a niños y veo a madres sufriendo por el
incumplimiento de la obligación del Estado.
Nuestra gestión por la apertura del Jardín lleva muchos años, muchos años
chocando contra las mismas miserables respuestas que ya me conozco de memoria,
no hay presupuesto, falta la ley de cargos, tiene que resolverlo la Dirección
de Educación Inicial y cientos de respuestas que lo único que buscan es
justificar el incumplimiento del Estado y la falta de convicciones para
garantizar la igualdad de oportunidades de las pibas.
Apelo a este mensaje directo, a una mujer que veo en los medios de prensa como
una luchadora por los derechos de las mujeres, apelo a tu razón y a tus
sentimientos, apelo a que cuando lo leas sientas una revolución interior que te
haga saltar de tu sillón y derribar todas las trabas burocráticas, porque aquí
hay mujeres sufrientes, aquí hay mujeres pisoteadas en su derecho a educarse,
aquí hay mujeres expulsadas del sistema educativo por su condición de mujer,
por su condición de madres, quiero pensar que al leer este mensaje buscarás y
encontrarás la solución en menos de un día, eso dependerá de tus convicciones
interiores, si no las tenés, encontrarás cien trabas burocráticas para responderme.
Espero tu llamada, espero que tu visita en mi escuela, pero te espero con la
resolución de apertura de los jardines, ya no quiero más respuestas que
justifiquen la falta de convicciones, ya no las quiero porque me las conozco a
todas, ya he escuchado todas estrategias de justificación de la falta de
convicciones.
Víctor Hutt, Rector de la ESA 12 de Concepción del Uruguay.