Curso: 3° “A”
Materia: Lengua y Literatura
Docente: Profesora Silvana Videla
Fecha de entrega de las actividades: 28/10/2020
Modalidad: trabajo práctico individual virtual
Apellido y nombre del alumno/a:
Séptima Actividad: “Las mujeres en el mundo de las letras”
A comienzos del siglo XX, se produjeron cambios importantes en la situación de la mujer. No solo se fortaleció la lucha por sus derechos civiles en el mundo, sino que también se le abrieron nuevas posibilidades en el campo educativo y laboral. Todo esto gracias a incansables luchas que aun hoy debemos continuar llevando a cabo. En la actualidad, los movimientos feministas, entre otros, traen ecos del espíritu combativo y de cambio que caracterizó a las vanguardias, y replantea la cuestión de la identidad basada en la categoría de sexo dentro de la más abarcadora en el plano cultural, nacional y continental. La poesía de la argentina Olga Orozco (1920-1999) puede leerse como una continuación del espíritu vanguardista por su disconformidad con la norma y con los patrones establecidos y por su búsqueda de un lenguaje que sea, a la vez, original y representativo de su condición frente a la sociedad.
Olga Orozco
Yo, Olga Orozco, desde tu corazón digo a todos que
muero.
Amé la soledad, la heroica perduración de toda fe,
el ocio donde crecen animales extraños y plantas
fabulosas,
la sombra de un gran tiempo que pasó entre misterios
y entre alucinaciones,
y también el pequeño temblor de las bujías en el
anochecer.
Mi historia está en mis manos y en las manos con que
otros las tatuaron.
De mi estadía quedan las magias y los ritos,
Unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor,
La humareda distante de la casa donde nunca estuvimos,
Y unos gestos dispersos entre los gestos de otros que no
me conocieron.
Lo demás aún se cumple en el olvido,
Aún labra la desdicha en el rostro de aquella que se
buscaba en mí igual que en un espejo de sonrientes
praderas,
y a la que tú verás extrañamente ajena:
mi propia aparecida condenada a mi forma de este
mundo.
Ella hubiera querido guardarme en el desdén o en el
orgullo,
en un último instante fulmíneo como un rayo,
no en el tumulto incierto donde alzo todavía la voz ronca
y llorada
entre los remolinos de tu corazón.
No. Esta muerte no tiene descanso ni grandeza.
No puedo estar mirándola por primera vez durante
tanto tiempo.
Pero debo seguir muriendo hasta tu muerte
porque soy tu testigo ante una ley más honda y más
oscura que los cambiantes sueños,
allá, donde escribimos la sentencia:
“Ellos han muerto ya.
Se habían elegido por castigo y perdón, por cielo y por
infierno.
Son ahora una mancha de humedad en las paredes del
primer aposento”.
Explicar cuál es la postura de la poetisa en relación con su lugar en el mundo.
Las mujeres en el mundo de las letras
Para las mujeres escritoras no fue fácil conquistar los espacios literarios que habitualmente les estaban reservados a los hombres. Acceder a la publicación de las obras, asistir a las reuniones de los círculos literarios y contar con el reconocimiento de sus pares eran, hacia fines del siglo XIX y principios del XX, actividades impensadas para las mujeres, como venimos viendo.
Alfonsina Storni fue una de las primeras escritoras que se atrevió a incursionar públicamente en el mundo de las letras. La llamaban “la Storni”, una forma despectiva que combinaba una crítica hacia la humildad del hogar del que provenía y hacia su origen extranjero. El mismo Jorge Luis Borges se refirió a sus versos como “chillonerías de comadrita”.
Sin embargo, y a pesar de las críticas que recibía, Alfonsina fue conquistando un espacio en los ambientes literarios de la época y se ganó el respeto y la amistad de muchos escritores. En 1938, pocos meses antes de morir, en una famosa reunión que tuvo lugar en la Universidad de Montevideo, Uruguay, se celebró un encuentro de las entonces consideradas “mayores poetisas de América”: la chilena Gabriela Mistral (1889-1957), la uruguaya Juana de Ibarbourou (1895-1979) y Alfonsina.
Leemos, a continuación, el siguiente poema de Alfonsina:
TU ME QUIERES BLANCA
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada
Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.
Responder las siguientes preguntas:
¿Qué significa “cubierto de pámpanos”?
¿Quién es Baco?
¿A qué alude el título?
Cuando dice: “¡me pretendes alba!”, ¿qué connotan los signos de exclamación?
¿Cuál será el tema que mejor expresa el contenido del poema: defensa y exaltación de la feminidad- resentimiento hacia el hombre por su doble moralidad- el machismo- canto a la libertad de la mujer en todos los órdenes? Fundamentar tu respuesta.
Según el poema, ¿qué debe hacer el hombre para purificarse?
La defensa de la mujer en la poesía de Sor Juana
Sor Juana Inés de la Cruz luchó para conseguir el reconocimiento de su derecho a estudiar y a escribir. Su inteligencia y sus conocimientos buscaban un merecido lugar en el mundo de la Corte, que era el centro intelectual de su época. Para ello debía exhibir su maestría poética y probar su virtuosismo, su ingenio. Su talento la lleva a escribir sobre diversos temas que evocan el refinamiento de la Corte, la religiosidad del convento y las voces de los indios y de los negros que cantan, bailan y protestan. En ellos muestra su singularidad de mujer escritora e intelectual y su compromiso con la sociedad de su tiempo.
Buscar una breve biografía de esta intelectual mexicana y copiarla.
Leer la selección de estrofas de sus famosas Redondillas que sigue a continuación:
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Cambatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
[…]
Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
[…]
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
[…]
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
[…]
La poetisa plantea su tesis en la primera estrofa. Reformularla con palabras propias.
Seleccionar el tema más adecuado: la hipocresía masculina- la seducción- la pasión.
¿Qué semejanzas encontramos entre los planteos de Sor Juana y Alfonsina?
¿Cuál es el lugar de las mujeres en la sociedad y época en que vivió cada una?
¿Qué postura toman las escritoras frente a los encasillamientos?
Escribir una reflexión personal sobre lo leído.
Ante cualquier duda o consulta, escribirme a mi correo electrónico: silvanavalvidela@gmail.com. ¡A cuidarnos!