El espíritu de la tribu
Desde el inicio de los reinos y los estados, los líderes o gobernantes carismáticos siempre apelaron al “espíritu de la tribu” en sus discursos, pues en lo más profundo de los seres humanos existe la nostalgia de aquel mundo tradicional de hace miles de años (la tribu), cuando el individuo era aún parte inseparable de la colectividad, subordinado al brujo o al cacique todopoderosos, quienes tomaban por él todas las decisiones.
Allí la persona se sentía segura, liberada de responsabilidades, sometida a la manada, al rebaño, al igual que al resto de los animales. Así se hallaba el ser humano en la pandilla o la hinchada, adormecido entre quienes hablaban la misma lengua, adoraban los mismos dioses y practicaban las mismas costumbres, y odiando al otro, al ser diferente, al que pensaba distinto, a quien podían responsabilizar de todas las calamidades que sobrevenían a la tribu.
El “espíritu de la tribu” es el irracionalismo del ser humano primitivo, ese espíritu es la fuente del nacionalismo, totalitarismo, y de todo fanatismo, de la reaparición de terribles líderes carismáticos que nos han gobernado y nos gobiernan, gracias a los cuales la ciudadanía moderna retorna a esa masa (la tribu) que le entrega todo el poder a un caudillo perdiendo todo tipo de afán de libertad.
ACTIVIDAD
- ¿Estás de acuerdo con el cuento? Si o No. Justifica
- Nombra líderes políticos o religiosos del pasado o el presente que se te vienen a la cabeza al leer el cuento.
- ¿Qué entiendes por libertad? ¿podemos vivir sin autoridades? Si o No. Justifica