El gobierno no negocia

Año II. Nº 24 Segunda semana de Agosto 2006 – Revista La Hoja, AGMER Uruguay

La inflación desde Octubre de 2003 a junio de 2006, según los datos del INDEC, fue del 25,6 %. La deuda que el estado provincial tiene desde aquel entonces será pagada según los valores de aquel entonces y esto no se negocia, lo determina el gobierno y listo.

Si a la deuda que tiene el gobierno le aplicamos el interés bancario del 18 % que ofrece el BERSA, esa deuda de 26 millones tiene un valor actual de 32 millones, aceptando la financiación que el gobierno adoptó “sin negociar” y sin consultar a los jubilados acreedores; pero si además aceptamos la nueva financiación en 18 cuotas, sin cobrarle interés por mora y volviendo a utilizar el interés bancario para créditos personales, el valor de la deuda asciende a 36 millones. Con estos cálculos, la cuota promedio debiera pasar de $ 136 a $ 188.

¿Qué dijo Daniel Elias, el presidente de la Caja de Jubilaciones?  “En principio, éste es el plan: se va a pagar en 18 cuotas, la primera con los salarios de julio, y así será hasta fin de año, y en 2007, las 12 cuotas restantes. Esta es una decisión, no es una negociación, porque es una temática que no forma parte de un acuerdo. Es el máximo esfuerzo que ha podido hacer el Gobierno. Es la posibilidad económico financiera que tiene el Gobierno, porque se trata de una deuda no presupuestada”, le dijo Elías a EL DIARIO.

¿Qué hubiera pasado si el deudor hubiera sido un jubilado? ¿Hubiera podido decidir cómo y cuanto podría pagar?, ¿Le podría haber dicho a su acreedor “no se negocia”?.

Si ese dinero fue descontado en esta gestión a los activos, ¿Dónde está?.

Pero este gobierno no negocia, tampoco se negocian los fondos de la CAFESG, que son manejados arbitrariamente por Sergio Urribarri, casualmente candidato a gobernador por el oficialismo, que ni siquiera se negocia la candidatura con los militantes de base del movimiento.

Tampoco parecen negociarse las contrataciones de obras para las escuelas, dado que se pagan precios que resultan llamativos de acuerdo a lo que se hace.

Tampoco se negocian las designaciones y afectaciones políticas, que son cientos en toda la provincia.

Tampoco se negocia la política de la UADER, no se negocian los concursos, no se negocian las designaciones, no se negocian las reglamentaciones, no se negocia su presupuesto.

Tampoco se negocia que un docente que se inicia en su carrera cobre la mitad de su sueldo en negro, en forma ilegal.

Tampoco se negocia la conducción de la obra social de los estatales entrerrianos, se llama a elecciones de directores e inmediatamente se la interviene porque no ganan sus candidatos, para eso está el poder del estado, para no negociar. ¿Cómo le llamarán a lo que nosotros conocemos como negociar?.

Debemos prepararnos para dar batalla a un gobierno que llama negociar a reconocer los justos derechos de los trabajadores, a manejarse respetando las leyes, a no utilizar los poderes en beneficio propio.

Víctor Hugo Hutt, Prosecretario de Prensa, AGMER Seccional Uruguay

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